La ortodoncia es una especialidad de la odontología que estudia, previene y corrige las alteraciones del desarrollo, las formas de las arcadas dentarias y la posición de los maxilares, con el objetivo de restablecer el equilibrio tanto en forma como en función de la boca y de la cara, mejorando también la estética facial.
Además, la ortodoncia se enfrenta a problemas que van mucho más allá que la simple colocación de los dientes, afronta la corrección de las alteraciones en el maxilar superior y en la mandíbula, alteraciones de la cara y, sobre todo, trastornos funcionales de la masticación.
¿Cuándo es aconsejable una ortodoncia?
La ortodoncia puede corregir varios problemas dentales, tales como:
Problemas de mordida
- Sobremordida: Los dientes superiores cubren completamente los dientes inferiores en oclusión.
- Mordida invertida: Los dientes inferiores sobresalen sobre los dientes superiores.
- Mordida cruzada: Uno o más dientes superiores ocluyen por dentro de los dientes inferiores.
- Mordida abierta: Existe un espacio entre los dientes anteriores superiores y los anteriores inferiores, no llegando a existir oclusión entre ellos pero sí entre las piezas posteriores.
- Desviación de la línea media: El centro de los dientes superiores no coincide con el centro de los dientes inferiores.
Otros problemas dentales
- Diastemas: Son los espacios existentes entre los dientes, los cuales pueden provocar el incremento del riesgo a padecer enfermedad periodontal.
- Apiñamiento: Si el maxilar no es lo suficientemente grande para alojar todas las piezas dentarias, puede dar lugar a un apiñamiento de los dientes, el cual puede provocar una gran dificultad en su limpieza, pudiendo dar lugar a la aparición de caries y problemas en las encías.
- Las maloclusiones no tratadas pueden derivar en problemas de la articulación (ATM), del habla y de la masticación, problemas en las encías y desgaste prematuro de ciertas piezas dentarias.
¿Qué fases tiene el tratamiento de ortodoncia?
En niños, lo normal es comenzar con tratamientos interceptivos que son los que evitan y previenen alteraciones mayores. Suelen realizarse cuando todavía hay dientes de leche y corrigen hábitos anormales, como chuparse el dedo, que pueden afectar en el patrón normal de crecimiento de la cara y de los maxilares. Estos tipos de tratamiento, no descartan la posibilidad de necesitar tratamientos correctivos posteriores.
Cuando el tratamiento interceptivo no se ha realizado, o su resultado no ha sido suficiente por la propia naturaleza de la maloclusión, es necesario realizar un tratamiento correctivo, el cual concluye cuando la dentición definitiva se ha completado.
¿Cuál es la edad ideal para comenzar un tratamiento de ortodoncia?
La edad adecuada para tratar las maloclusiones varía según el tipo de problema y su gravedad. Por ello, es aconsejable consultar al especialista tan pronto como se detecte el problema.
Aunque este tipo de tratamientos se asocia a niños y adolescentes, no significa que sea un tratamiento exclusivo para ellos. La ortodoncia en adultos es cada vez más común, con muchas personas tratandose con éxito.
La gran diferencia radica en que la ortodoncia en niños es interceptiva o correctiva, siendo sus principales objetivos la correcta erupción de los dientes, la corrección de las estructuras óseas y la colocación de los dientes definitivos.
En adultos, la ortodoncia trabaja sobre dientes definitivos, suele primar más la estética y se suele llevar a cabo en colaboración con el odontólogo general y otros especialistas como el periodoncista y el implantólogo.